abril 02, 2007

Algo inesperado

El 31 de marzo (2007) a las 19, en el predio de la Casa de la Cultura de Pergamino, se dio apertura a la muestra de las pinturas realizadas durante el Encuentro Rancagua del que es mentor el pintor Ricardo Juárez. Los invitados para la mesa redonda fueron ocho, pero nos hicimos presentes solo cuatro: Alberto Arregui, Élida Bonet, Carlos Vera y yo.
Desconozco la cantidad de participantes (alrededor de 120) más público, pero fue una grata multitud vista desde el escenario. Primero se mostró un audiovisual de las actividades desarrolladas a fines de 2006, que dieran vida a las pinturas mostradas en esta oportunidad. A las 20, se dio apertura a la charla y los cuatro desarrollamos un evento que satisfizo tanto a nosotros como a los que participaron de las preguntas y cambios de opiniones respecto a la pintura, a las obras, a las razones de nuestra tarea, la vida de artista, las dificultades y necesidades, los pro y los contra y el arte (históricamente) de tantos. Tras la reunión avalada por la Dirección de Cultura local había un ágape especial en el taller del organizador a la que no asistí por retirarme antes (mi boleto era para las 23) en aquella octava noche de tormenta. Quedaron los demás hasta que Arregui y Bonet fueron por el colectivo hacia las 03:00 del domingo. Aquí, el suceso inesperado. Élida, sentada en el sillón de espera tuvo un paro cardíaco y falleció del modo más sencillo, lo que obviamente zarandeó el regreso del profesor Arregui quien debió llamar a la gente local para dar solución a este tema. Hoy, lunes 2 de abril, mientras el país recuerda el bochorno de la Guerra de Malvinas, están velando a Élida, una mujer que pintó e hizo piezas en plata (de autor) en París, New York e Ibiza…

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