septiembre 10, 2007

Vestuario hostil

Al llegar a un hotel de más de tres estrellas en esta ciudad caliginosa y húmeda (Buenos Aires) me inquieta que el personal de puerta esté elegante, uniformado en línea exquisita, sufriendo las variaciones climáticas sin un vestuario acorde. Se les ve ágil al servicio del huésped aunque empapados, traspirosos. Es como llegar al Tahaa' hotel (en Motu Tautau), o al Insotel en playa Tarida (Ibiza) y que nos recepcionen de sobretodo de paño...
Al ver que en verano (hoteles de primer nivel aún sin toldo de refresco y bivalente) se tiene a esta gente joven en contrapunto con el clima, pienso en la incapacidad de los diseñadores del vestuario que, de ser más honestos con su profesión, imagino, plantearían al cliente tal criterio solucionando algo tan sencillo (¿alguien dijo humano?) como esto.
En la época veraniega de las costas de Mar del Plata, he visto doormen con ¡capa doble a la inglesa, y con galera! Tremendas temperaturas veraniegas y ellos vestidos para el Park Inn Pribaltiyskaya de la Isla Vasilyevsky. ¡Jhá! ¿Es necesario acaso tener a esta gente vestida con la capa de Skywalker cuando departe con el siniestro canciller Palpatine en el mundo de los jedis? Falta que para el invierno les diseñaran bermudas cosa que el calidoscopio de la sinrazón quedara completo.
Por ahí salta alguno diciendo "el cliente nos pide que así sea" o "la cadena hotelera tiene un estilo que no acepta cambios de adaptación". Entonces, amigos míos, la cosa es anómala pues radica en un capricho sin análisis.
Ya que estamos ¿se le ocurrirá a alguien, para los días de 36° el uso del jubón…?

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